Lago
de Guadalupe. Una de las principales razones por las que en México hay
carencia de exorcisadores es que numerosos obispos –encargados de
designarlos– dudan acerca de la existencia y la influencia de Satanás,
lamentó Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de exorcistas de la
Arquidiócesis de México.
Entrevistado
tras concluir el Cuarto Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de
la Liberación, Mendoza dijo que sólo aproximadamente la mitad de las 86
diócesis y arquidiócesis cuentan con personal dedicado a este
ministerio, lo que se traduce en la demanda
insatisfechade fieles que requieren de estos servicios. Ello, agregó, origina que muchos recurran a otras opciones que, en su opinión,
no serían las adecuadas.
Expuso que la incredulidad de muchos sacerdotes y obispos en el demonio obedece a su educación religiosa.
Quienes se formaron sobre todo en los años 70 y 80 estuvieron imbuidos por una corriente teológica racionalista; todo lo querían razonar y por eso dicen que el diablo no existe, que es un simbolismo nada más.
De
ello se deriva que muchos obispos minimicen este ministerio y no
propicien la formación de religiosos en estos temas, expresó.
Asimismo, el especialista hizo hincapié en que las posesiones diabólicas
no son algo común, y en general,
no ocurren de forma frecuente, además de que según Mendoza, el país tiene
la protección de la Virgen de Guadalupe, lo cual, comentó, es un plus.
Acotó, sin embargo, que las infestaciones demoniacas son más comunes, es decir, gente influida por
el maligno. Para subsanar estas situaciones, dijo, lo que se realiza son intersecciones o exorcismos menores.
Las variantes de influencias diabólicas más frecuentes son los
maleficios, brujerías, opresiones, obsesiones y sugestiones producidas por el demonio, las cuales se dan por prácticas como el espiritismo, el ocultismo o por rendir culto a la muerte.
Al
respecto, Arturo Marín, laico asistente del sacerdote exorcista Álvaro
Fernández Ávila, de la Arquidiócesis de Jalapa, comentó que es una
realidad que en México hay lugares
más afectados, uno de los cuales es Veracruz, donde se rinde culto a la muerte, como en el puerto de ese estado, y la brujería en Catemaco.
Apuntó que en Jalapa
sí hemos tenido casos de posesiones demoniacas, cuya causa, dijo, es
llevar una vida alejada de Dios, llena de pecado y, aunado a ello, abrir la puerta a Satán con el ocultismo.
Agregó
que, aunque por formación, muchos clérigos no creen en el diablo –“en
la década de los 80 se manejó el mal como un concepto abstracto–,
algunos cambian de opinión, justamente cuando se enfrentan a estos
fenómenos que no pueden explicar”, y remarcó que el exorcismo es
bíblico, pues Jesús lo realizó, y de ahí viene la autoridad de la Iglesiapara realizar esta práctica en nombre de él.
En
el congreso participaron 240 personas, entre sacerdotes y laicos
mexicanos, de Ecuador, Chile, Costa Rica, Argentina y Estados Unidos,
así como ponentes italianos que trataron temas como la naturaleza del
exorcismo sus modalidades, normas y leyes.
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